GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

lunes, 29 de julio de 2013

Tardes de estío



Puede que estés escuchando la versión de Eddie my love que hicieron las Dee Dee Sharp, o puede que te hayas entretenido con las mentes sospechosas de Elvis, o puede que no. Hay a quien le da por ahí e incluso cosas peores como leerse como si fuera una novela o creyéndose que es un tratado sobre la caída de la monarquía el Republicanismo de Philip Pettit. El colmo puede ser encerrarse para ver en Blue Ray películas de Victor Erice sin pestañear a la vez que se desdeña la crítica de lo que será la siguiente película de Woody Allen. El estío es lo que tiene, su parte de hastío, esas duermevelas sudorosas en la playa, el sinvivir de pasárselo bien a la fuerza, los fichajes de verano…y mucha más melancolía, pese a lo que digan, que cualquier otra estación del año. En cualquier caso la felicidad está sobrevalorada.

Cuando era niño el verano era mucho más largo, parecía eterno para lo bueno y para lo malo. Las tarde mirando por el cierro para saber cuando abría Ricardo para ir a comprar el Extra de Verano de Mortadelo, el olor a lejía de la limpieza del viernes por la tarde, las salidas a “ver escaparates”,- autentica gymkhana ciudadana de la que me dan fe que yo no era el único participante obligado por madres de poco poder adquisitivo,- la playa omnipresente y sin protector solar que para eso molaba ir despellejado, y ese deseo que operaba en mi a partir de mediados de agosto de que llegara el colegio, la ocupación y que desapareciese la obligación de pasarlo bien y estar contento. Como no soy niño de posguerra a mi no me conmueven que las bicicletas sean para el verano. Soy hijo del desarrollismo, el cemento, las caravanas para entrar o salir de La Barrosa (playa que conocí ya con abundante pelusilla en el bigote),  soy de los de Felipe, Aznar e incluso Zapatero, que ya Mariano me parece de otro planeta…y creo que no seré de nadie más como nadie más será mío.

Los verano son whatssapp, se acabó la romántica espera, ya sabemos que nadie está fuera de nuestro alcance y podemos medir afinidades en número de mensajes cruzados o en silencios sospechosos mientras vemos que esta “line”. Ya ni siquiera sabemos hablar por teléfono, -autentico commodities de la auténtica comunicación.-, las únicas cartas que recibimos son de los bancos y la parte más vista de los telediarios es la información meteorológica. La comunicación en un “doble check”. Esa es la verdadera religión. Ya no se dan besos, se dan “Bs.”. Ya nadie se alegra de verte porque te tienen muy “visto” en el Chat y a ay quien se atreva a intentar mantener una amistad sin doble check ¿Qué es eso de tener una relación sin whatssapp? Una ordinariez. En los conciertos ya no se llevan mecheros que para eso están los smartphones, que nos permiten además cuando queremos cortar una conversación o una relación no tener que disimular, sale “line”pero no hay mensaje y por más que te empeñes no hay doble check.

El verano siempre es el final del verano, que ya lo decían el Dúo Dinámico,  y más ahora que pasa tan rápido, tanto que a poco que no espabile tengo que hablar del otoño. Un verano de tragedias que viajaban en tren, de primarias que no fueron, de un Presidente entre sobres y sobras, de fútbol (como casi siempre), de conciertos multitudinarios, de carteleras de cine inanes, de levante de cuatro barras en el estrecho, de turistas de calcetines blancos y bermudas imposibles, de ilusiones perdidas, de decepciones decepcionantes.

El próximo post que escriba lo haré estando de vacaciones y este año, a diferencia del anterior, no le daré asueto al lápiz que se me va el tiempo entre los dedos y es como si los fumadores de tiempo del Momo de Michael Ende se metieran tres trócolas en la boca a la vez y los días de esa manera ya no duren veinticuatro horas como dios manda. Entretanto y mientras llega el próximo post pasaran las mismas cosas de siempre pero más rápidas: un concierto, la playa, dormir poco, soñar mucho (all I have to do is dream, -Everly Brothers dixit-), comer menos, pensar lo justo, leer lo que caiga, esa música que no falte, películas pirateadas, ilusiones tornadas en desilusiones, decepciones sobrevenidas…pero llegará otro verano, con whatssapp o sin whatssapp, y podremos seguir asistiendo al pequeño milagro de seguir viviendo mientras la alternativa sea tan poco saludable.

Mientras, disfruten como puedan, como hacen los Testigos de Jehová todos los años en el Carranza, o los fieles al entierro de la caballa, no hay que olvidar que desde Puerta de Tierra hasta el Hospicio, -y más allá, que diría Buzz Lightyear-, Cádiz está de fiesta todo el verano. Sayonara Baby

martes, 23 de julio de 2013

¡¡A momí!!

Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas, ¡pero que no sean las mismas!, como nos recuerda Woddy Allen; aunque si hacemos caso a Calderón todo estaría en la misma dimensión y vivimos sumergidos en un sueño que sueñan otros, y que nuestra pseudoexistencia acaba cuando el subsodicho despierta y por tanto nuestra vida, -y a veces me malicio que es así-, es un corolario de sucedidos independientes de nuestra voluntad. ¿determinismo?, es posible, de hecho ya lo cantaba John Lennon en su Beautiful Boy: "la vida es lo que va sucediendo mientras nosotros nos empeñamos en hacer otra cosa". Alfas y Deltas, MOR y REM, despiertos o dormidos...soñando caminos de la tarde, que nos contaba Antonio Machado. Muchas veces he comentado que duermo poco y sobretodo sueño mucho, dormido y despierto. A través, supongo, de mi afición a las películas, he conseguido, o mejor, mi cerebro ha conseguido rizar el rizo y tener bandas sonoras en cada sueño, músicas extraordinarias que si Santa Cecilia me hubiera dado el don (o yo hubiera estudiado la especialidad sin esperar el favor de la melódica santa) de la escritura musical, aseguro partituras dignas de Morricone o Williams.

Soñar mucho no es bueno ni malo (mi anterior post "sueño con serpientes"), soñar dormidos o soñar despiertos, da igual, unos sirven para la elaboración en "estilo libre" historias rocambolescas de las cuales no controlamos el guión, y los sueños despiertos para fantasear ilusiones y deseos (Freud aplicaba esta posibilidad de ilusiones y deseos a los sueños dormidos, el subconciente disfraza estas "aspiraciones" en historias surrealistas que según él podían interpretarse. Yo, como profano, prefiero contemplar estos sueños como el que está viendo una película, sea esta de miedo, -las pesadillas-, o sea casi de ciencia ficción, de risas o lo que sea). Las ilusiones, deseos, esperanzas, ambiciones, las componemos en nuestra imaginación y sirven como motor a nuestra existencia: las expectativas. I have a dream que mitineaba Luther King.

Yo me quedo con otra sentencia de Machado cuando nos alerta de que "si bueno es dormir, mejor es soñar, y lo mejor de todo, despertar". Despertar sin dejar de soñar, dormir sin dejar de esperar de estar despierto, disfrutar de tu mundo onírico, tanto cuando estas dormido y sobretodo del que tienes cuando estas despierto por más que esas ilusiones no se materialicen (varias veces he escrito en este blog lo que le decía Clint Eastwood a Meryl Streep en Los Puentes de Madison. "Tuve muchos sueños, ninguno se cumplió pero fué bueno tenerlos"). Soñar es una forma de nostalgia como nos recuerda la poeta y articulista Mary Theresa Schimch en su Wear Sunscreen y sin embargo también es verdad que a la manera de Anatole France, el porvenir es el lugar más cómodo para situar los sueños. Por tanto soñar nos reconcilia con nuestro pasado y nos proyecta a un futuro imaginado.

Este panegírico sobre dormir, soñar y despertar viene a cuento porque hoy soñe que Audrey Hepburn me decía ¡¡A momí!!...y yo, con el sueño que tengo, intentaré ser disciplinado y entregarme prontito al regazo de Morfeo. Así que tengan ustedes buenas noches y a ser posible, como le decíamos a mis niñas cuando pequeñas , que soñeis con angelitos... y disculpen si alguna vez me he colado en vuestros sueños aunque sea con un papel de reparto en una pesadilla digna del mejor cine de género. No se olviden de despertar para seguir soñando. Y ahora ¡¡A MOMÍ!!

martes, 16 de julio de 2013

Financiar democracia


Nuestro sistema político, en conjunción con el que disfrutan la mayoría de los países que llamamos democráticos, aparte de estar basado en sus principio fundacionales como son la soberanía popular, el principio de legalidad, libertad de opinión, pluralismos, etc.… asenta entre sus pilares el que esa libertad de opinión se puede canalizar a través de organizaciones como son los Partidos políticos. Son estas organizaciones, ya desde la Atenas clásica, columnas fundamentales a través de las cuales se vehicula el pluralismo en la opinión y la diversificación ideológica. Incluso aquellos que propugnaban la eliminación del concepto de soberanía compartida y colectiva por los ciudadanos y abogan por un estado oligárquico se agruparon en Partidos para la defensa e impulso de sus ideas...

En nuestro país, la Constitución de 1978 consagra los principios fundamentales de nuestro estado social, democrático y de derecho, y estipula en su articulado la libertad de asociación, la importancia de entidades como los sindicatos y organizaciones empresariales. Es el estado democrático, bajo la formula de Monarquía parlamentaria, el que ha permitido un desarrollo exponencial de las condiciones de vida en España siendo nosotros, los ciudadanos y ciudadanas, los grandes protagonistas de esta gran evolución. Solo ahora, en medio de una gran crisis económica con repercusiones gravísimas en el orden social, enfrascados en inauditos desarrollos de la tecnología de la información…es cuando se ha comenzado a cuestionar la perdurabilidad del propio sistema o como poco se introduce en el pensamiento colectivo la idea de la necesidad de acometer cambios radicales. La indignación ciudadana se dirige fundamentalmente hacia dos lugares: Los partidos políticos y los propios políticos, y el discurso es el mismo y manido “todos los políticos son iguales, todos roban, los partidos políticos son cuevas de corrupción…” Es hasta cierto punto lógico que así se opine, los casos de corrupción acechan y son la comidilla diaria, la falta de prestancia en la gobernanza de la crisis, lo cerradas, herméticas y poco transparentes que aparecen ante los ciudadanos las organizaciones partidarias, políticos engolados que dicen una cosa y hacen la contraria, un lenguaje artificial basado en eslóganes, políticos improvisadores obsesionados con el poder más que con el gobierno. Esta desafección con la política, o para ser más exactos con los partidos políticos y los políticos es una circunstancia gravísima que trae como consecuencia la afloración de discursos nada democráticos y opciones aventureras que podrían ahondar en el declive de la sociedad contemporánea.

Posiblemente sea la corrupción el principal foco infeccioso al que nos enfrentamos, y si por un lado el que haya personajes que estén dispuestos a transgredir gravemente la legalidad y la decencia, robando literalmente nuestros dineros y nuestra inocencia, esto,aparte de ser un problema de tipo cultural, que también lo es, tiene una solución en los controles, en la eficacia de la justicia, en la adecuación de la legislación penal…sin embargo una parte importante de la corrupción viene determinada por la financiación de los Partidos Políticos. De hacho cada vez que surge alguna noticia sobre prácticas corruptas a gran escala en la que intervienen los Partidos políticos subyace el problema de la financiación de los mismos.

Desde que se fundó el estado democrático con nuestra Constitución en una muy valorada transición desde la dictadura, muchas son las reformas, las políticas y las acciones de gobierno que se han dedicado a profundizar en la consolidación de nuestro sistema. Muchas quedan pendientes y muchas más serán importantes pero desde el punto de vista de la consolidación de estructuras básicas del Estado, dos cuestiones han quedado entre otras de igual importancia aun sin encontrar la solución que haga imposible (iba a decir innecesaria) la práctica ilegal: la financiación de los Ayuntamientos y la financiación de los partidos políticos, sindicatos…. Atendiendo a esta última necesidad no parece que la Ley Orgánica de 2007 y reformada en 2012 haya dado resultados positivos y las estructuras básicas en nuestro sistema como son los Partidos siguen sin encontrar acomodo legal que no solo diga lo que no se puede hacer sino que también ofrezca un marco de financiación suficiente y claro para su existencia. Surgen dos preguntas básicas y muy importantes: ¿Debe el Estado garantizar una financiación adecuada para el funcionamiento de estas organizaciones? Si entendemos como imprescindibles para el buen nombre de la democracia el contar con Partidos políticos fuertes y con capacidad económica suficiente ¿Cómo lo pagamos? ¿Cómo lo hacemos?

Los Partidos políticos son un bien necesario,  la pluralidad política es un axioma de la democracia, por lo tanto parece sensato que los que así opinamos que es bueno que se marquen unas reglas del juego que por un lado garanticen la suficiencia económica de estas estructuras así como el que se haga con transparencia y claridad. El Estado debe preservar ese pluralismo político que se consagra en nuestra Constitución y que es común denominador de cualquier democracia. No soy un experto en la materia y releyendo sistemas de financiación en otros países concluyo que aún hay margen para hacer más eficaz la financiación política y la lucha contra la corrupción. No creo que sea perder el tiempo en conseguir que sea posible el fortalecimiento de nuestra democracia por uno de los flancos más vulnerables, y siendo así, posiblemente sea menos probable la práctica corrupta de los Partidos.

Por tanto, reinventar la democracia es en este caso tener la valentía de llegar a un tiempo nuevo con reformas contundentes que en lo que nos ocupa haga inviable la practica corrupta por el bien de la propia democracia. Quedémonos por tanto con la idea de que la profundización de la democracia, su perfeccionamiento, conlleva irremisiblemente a mayores controles, una justicia más rápida y “justa”, Partidos políticos bien dimensionados, legislación que no permita las dudas o los huecos por donde quieren campar los delincuentes. Evidentemente todo esto no es la panacea pero realmente en cuanto a financiación de Partidos políticos es imprescindible que se trabaje con mayor visión de lo que precisamos siendo conscientes de que, y esto lo dejo para el final, una reforma muy importante es la de los propios Partidos que a base de crear macroestructuras, clientelas internas y externas…se convierten en máquinas de gasto inútil y siempre insuficiente…pero como decía Moustache en Irma la Dulce: Eso es otra historia.

jueves, 4 de julio de 2013

Sueño con serpientes


Siempre que llega la época estival de su mano también aparece la llamada “serpiente de verano” que hace referencia a un hecho noticiable de recorrido largo e imprevisible evolución y conclusión que nos llega a través de los medios de comunicación y de la propia ciudadanía.Es el tema caliente y candente que aparece en todas las sopas, saraos y tertulias. Hoy más que de “serpientes de verano” se habla de “trendic topic” por aquello de las apariciones, menciones, tags, conversaciones y en definitiva tendencias que aparecen en la Red y particularmente en Twitter.

Hay “serpientes de verano” siempre en deportes y un año si y otro también nos hablan del “culebrón del verano” para referirse a tal o cual fichaje imposible o complicado.También hay culebrones en el ambiente del “cuore”: que si fulanito o menganita se juntan, se separan o aparecenfotos (robadas claro, dicen ellos) en las playas más de moda. En la política y en el mundo que la rodea también hay serpientes, culebrones, sapos y todo tipo de reptiles y anfibios. En verano se suelen formular y ejecutar crisis de gobierno, se hacen declaraciones y entrevistas con titulares más gruesos que en otras estaciones del años, e impagables los reportajes de políticos y políticas luciendo michelín con la familia.

Este post quería dedicarlo a lo que yo pudiera considerar como esa serpiente significativa que nos entretuviese o preocupase en las “calendas” de una manera muy sustantiva. Pero hete aquí que como Indiana Jones me he caído en lo alto de una especie de madriguera o manada de esos bichos reptantes. Anoten algunos ejemplos con nombre propio: Griñan se va, Alaya vuelve, Susana se queda, Planas quiere venir, Primarias, EREs…y así un sinfín de temas recurrentes que se convierten (otro modismo) en “patata caliente” para los protagonistas. Además todo tan mezclado que ya no se si Alaya esta recogiendo avales, si Susanita tiene un ratón, si Luis es plano, y así una larga mixtura de asuntos que si a mi ya me lían y eso que estoy en la cofradía, me imagino que a los comunes de los mortales les parecerá algo así como un jeroglífico. Y es que las cosas cambian mucho y últimamente cambian tanto que es imposible estar al día. Por si acaso y porque el Levante aprieta voy a comprarme un repelente de serpientes y un elixir de buenrrollismo. Agrupémonos todos pero si empujar, y espero no tener que, como Silvio Rodríguez, soñar con serpientes.