Entre tu y yo, ahora que no nos
escucha nadie y que por la noche tendemos a hablar más bajito. De fondo el
ruido de los camiones de recogida de basuras (¿seguro que no los hay más
silenciosos?), algún grillo que ya ha dado por bueno que entra el verano aunque
este año ha servido el dicho de “hasta el cuarenta de mayo no te quites el
sayo”. Ahora, aquí tumbado, podemos hablar. Recuerdo cuando no había teléfonos
móviles, no todos tenían fijos en sus casa, eso de Internet solo existía en la
mente de algún informático del ejercito americano, whatssapp en gaditano solo
existía la “guasa”, los emails ni se intuían, una videoconferencia era cosa de
“Odisea del Espacio”…recuerdo como hacíamos una revista en un ejemplar que
conocí de una “vietnamita”, el como después llegaron la fotocopias para
sustituirlas, la “magia” de un fax (algo incomprensible para mi pequeña
cabezota). De cómo una convocatoria o se hacia por correos o simplemente no se
hacía, y como esperar que la Televisión Española nos pusieran aquellos títulos
que se nos pasaron en su estreno en el cine.
Ahora que es más fácil y que la Melatonina no me hace
efecto, podemos hablar lo que nos de la gana hasta que uno de los dos diga “lo
dejamos que es muy tarde”, y lo hacemos por algún canal de los mentados antes,
utilizaremos el teléfono móvil si me quieres escuchar, también lo utilizaremos
si me quieres ver, y por supuesto también utilizaremos el teléfono móvil para
“whatssappear”, o chatear en Facebook o lanzarnos DM en twitter. Todo ha
cambiado y en esta revolución que ha supuesto Internet, estarás conmigo, lo más
importante, lo que de verdad le ha asegurado su viabilidad per seculam, es que
nos ha facilitado que tú y yo nos podamos comunicar, e incluso nos permite
anunciarnos para esa comunicación, como cuando dejamos abierto el whatssapp
para que si ves en noches como esta que estoy “en línea” y sepas que estoy
esperando tus mensajes. La comunicación ha cambiado y nos ha cambiado. Todo es
más íntimo y a la vez todo es más público en este radio patio. Emisores,
receptores, públicos, canales, distribución, contenidos… Cambia la comunicación
y los paradigmas que la sustentaban, aunque permanece inalterable que en
definitiva todo comunica y que seguimos queriéndonos comunicar, nos gusta
comunicarnos y decirnos a golpe de clic lo último que nos ha pasado. Guardamos
cada vez más respeto a nuestra intimidad y a la vez nos encanta publicar en Facebook
las fotos de la fiesta a la que fuimos ayer.
Vivimos, los que ya tenemos una
edad en la que comienza a ser real que tenemos más visión por el retrovisor que
por la luna delantera, en una especie de película de ciencia ficción en la que
sin darnos un guión concreto participamos activamente en esa maravilla de
ciberespacio cruzándonos todos los días centenares, miles de millones de
mensajes que comunican todo lo más tierno y todo lo más duro. Somos todos
protagonistas de una película en la que todos los días estrenamos una nueva
historia que comienza en nuestros sueños e ilusiones y la editamos con nuestros
pulgares acariciando nuestro smartphone.
En fin, solo quería decirte, así
entre nosotros, que en unos días llega el verano y que por las noches entre el
calor y que no tengo sueño podemos hacer lo que mejor hacemos los humanos:
comunicarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario