GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

viernes, 19 de abril de 2013

La política, los políticos, la Democracia... Y Audrey


Vuelvo a parafrasear a Proust como en el post anterior cuando decía “mirar tierras viejas con ojos nuevos” para referirme a la necesaria reinvención de la política y para apostar por un resurgir del concepto “democracia”. En su último artículo publicado en estos días envanguardiadesevilla.com, Alfonso Blanco después de recordarnos a través de los datos de las encuestas del CIS el enorme desapego ciudadano en torno a la política, los políticos y la propia democracia, nos sitúa en la necesidadde, como él dice, tener “versatilidad mental” para abordar un nuevo tiempo en el que se pueda dar la vuelta a esa manifestada opinión. Esto es, la política es necesaria, las personas que dirijan, que lideren lo público también, y más allá de todo esto, es necesaria la profundización en el concepto de democracia, que ésta se perfeccione para dejar de ser una promesa y convertirse en una realidad incuestionable.
Asistí a principios de semana a una más que interesante conferencia dictada por los Catedráticos Ramón Vargas Machuca y Joan Subirats en la que disertaron sobre el futuro de la democracia, y a través de sendas brillantes intervenciones quedó claro que el pronóstico de ese futuro tanto en el polo más pesimista como en el más optimista se torna en imprescindible actualizar los modelos democráticos atendiendo a muchos factores de nueva generación y sobretodo, y esto es de mi cosecha, a la principal novedad, revolucionaria, que atravesando transversalmente el tuétano de la sociedad hasta casi desfigurarla ha supuesto la revolución que proféticamente el profesor Castells denominó “La era de la información”. La comunicación, las herramientas tecnológicas de la comunicación, Internet… son desde mi punto de vista los elementos trasgresores más importantes que vienen configurando la situación de crisis en la que vivimos en estos momentos (crisis por cambio). No es la crisis económica el aspecto más sustancial de la situación actual, no es la causa sino uno de sus efectos. Vivimos en un cambio de época donde, como ha ocurrido en otras, es la comunicación la que ha marcado el devenir de los tiempos y ha transformado civilizaciones…
No podrá abordarse con éxito este cambio con recetas viejas, ya no funcionan, miremos por tanto esas tierras viejas: la política, la democracia…con ojos nuevos. No escatimemos imaginación pero tampoco seamos contumaces intentando todos los días encontrar fórmulas tan originales como excéntricas, y más bien serán la sensatez y ese punto de “versatilidad mental las opcionesmás sugerentes.
A vueltas con los pronósticos, y por no querer parecer ingenuo, más que una “Tercera Ola” a lo Toffler me refiero a algo mucho más latente, palpable. Buscar el pronóstico con la mente abierta pero con la constancia del querer saber hacia donde vamos, rehaciendo nuestra hoja de ruta, la que teníamos, que ya no sirve pero que es imprescindible para construir la nueva. De “adanismo” nada. Recuperar estilos tradicionales con ropajes nuevos y actualizados nos asegura elegancia, y como “la elegancia en el vestir se exige al entrar aquí”, no perdamos el concepto de nobleza, altura de miras y visión empática de la política. Sea elegante por favor, no vaya a ser que un icono de la belleza y la elegancia como mi admirada Audrey Hepburn si levantara la cabeza la tuviera que volver a agachar de vergüenza de ver en lo que nos estamos convirtiendo.

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