GEOGRAFÍAS HUMANAS

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lunes, 5 de noviembre de 2012

La decepción

        Pasada la transición a la democracia en España se acuño el termino "desencanto" para significar la perdida de ilusión de los ciudadanos ante la constatación de que la recién estrenada democracia no había colmado las expectativas que la ciudadanía se había creado ante la conquista de la libertad. Este sentimiento se hizo fuerte entre las generaciones mas jóvenes que por una parte no habían tenido vivencias de lo que fue la dictadura de Franco y por otra parte ante la insatisfacción que les producía las circunstancias que íbamos teniendo en la consolidación de la democracia.

         Sin embargo si echamos un vistazo a las estadísticas de cada convocatoria electoral, la participación en las mismas e incluso el comportamiento electoral de los ciudadanos, comprobamos que ese desencanto democrático o sobre el funcionamiento de la democracia no se ha traducido en muchos años en un dar la espalda al propio sistema, de hecho en las distintas encuestas que se han realizado en los últimos treinta años una mayoría apabullante sigue considerando al sistema democrático como el mejor para la convivencia (yo diría el menos malo). Por tanto no partimos de una histórica desafección por la formula que libremente hemos elegido.

          Dicho lo anterior, no cabe ninguna duda que en los últimos tiempos estamos asistiendo a una deriva en la que parece bastante palpable que mas allá de un inicial desencanto hemos pasado a una sentida y constatable decepcion, y esa palabra, ese sentimiento, es mucho mas grave porque atiende directamente a algo así como cuando Pablo se cayo del caballo, o como diríamos mas ordinariamente, hemos abierto los ojos. La decepcion es un sentimiento de insatisfacción que nos aparece cuando comprobamos que las expectativas sobre un deseo o una persona no se cumplen fundamentalmente porque lo deseado o lo esperado no era como esperábamos, algo así como si se te cae la venda, un desengaño.

         Es la decepcion la peor noticia para nuestro sistema. Los ciudadanos se sienten desengañados, ya esas encuestas muestran claramente que ya no hay tanta indulgencia con lo que sucede alrededor, los políticos engañan, los partidos no cumplen, la política es para medrar, las palabras bonitas solo esconden entre eufemismos una realidad que no se explícita, medias verdades dichas para no deprimir al auditorio (como si fuéramos menores de edad)...todo eso forma parte del sentimiento cada vez mas mayoritario entre los ciudadanos.

       El personal esta decepcionado y ya no cree en la política, o mejor, no cree en los políticos y en los partidos, sobretodo en los tradicionales; esta crisis, las políticas realizadas desde el 2008 hasta el momento, han exasperado a las personas que con buena voluntad habían creído en la bondad de cada propuesta, de cada acción. Esta situación es muy peligrosa para nuestro sistema, estamos en el trance de convertirnos en una democracia formal pero absolutamente alejada del aprecio de la ciudadanía que la sustenta, y eso es un caldo de cultivo para soluciones antidemocraticas.

       La decepcion es un sentimiento muy humano y cuando se produce la primera reacción es la perdida de interés o ilusión por aquello que se tuvo y es difícil recuperarla. Vuelvo a algún post escrito "una rosa es una rosa", es decir llamar a las cosas por su nombre, ser verdadero y no acudir al engaño por muy piadoso que este sea.

       Me interesa sobremanera la situación de la izquierda en este país, concretamente la del PSOE , cuya falta de credibilidad ha llevado a muchas personas honestamente socialistas a sentirse no ya desencantados sino verdaderamente decepcionados ante un discurso que no suena a verdadero, donde se le explican las causas de las decisiones tomadas con esas medias verdades que en el fondo no son mas que medias mentiras. Hablar claro, decir lo que hay para ahora y para el futuro, y si hay esperanza se dice y si no la hay también, lo que sea menos dejarlo todo al arbitrio del tiempo. ¿Que se persigue? ¿Cual es el objetivo? Son tiempos de tribulaciones y es lógico que se tengan dudas pero ¿Cuales son esas dudas? ¿No es mejor decirlas y que la gente sepa cual es la meta?. En fin, cualquier cosa menos esconder las cartas para intentar quedar bien porque posiblemente no se quede bien con nadie.

       Despejar las dudas, es decir si se tienen ¿Cuales son? ¿Coca cola o Pepsi? Y si la decisión es Pepsi pues se dice y a otra cosa. No encontraremos una opción viable en la izquierda española mientras no le llamen "rosa a las rosas". Tenemos la obligación de revitalizar nuestra democracia, hacerla mas transparente de verdad, buscar la participación ciudadana de verdad, eliminar el fraude, la corruptela como mal necesario, los partidos no pueden seguir siendo maquinas de ofuscación ciudadana, necesitamos que ilusionen de nuevo y eso no debería ser tan difícil "solo"    se trata de sincerase y saber que los trenes llegan y hay que cogerlos para no ternos que lamentarnos toda la vida, y eso depende de todos nosotros.

        Cuando la decepción llega todo es diferente, cuando la gente se decepciona pierde la ilusión y entonces busca otras cosas y no necesariamente mejores.

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