GEOGRAFÍAS HUMANAS

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jueves, 5 de mayo de 2011

La Marca y el Candidato

Esta misma noche comienza la campaña electoral de la elecciones municipales y autonómicas. Por tanto, aparte, claro está, que la percepción nada falsa de que las campañas electorales arranca hasta años antes de lo que es su fecha oficial, es en este momento donde se vuelcan ya en sprint final todas las estratégias, todas las herramientas disponibles para conseguir el favor ciudadano. En este contexto vale preguntarse algo posiblemente muy manido, estudiado y que se suele analizar muy en profundidad en los Partidos Políticos por estas fechas y al calor de los estudios demoscópicos, sobre ¿que tiene mayor influencia en el proceso electoral la marca o el candidato? ¿que tiene una mayor responsabilidad sobre las posibilidades electorales de una formación que el candidato tenga una alta valoración, se le tenga por una persona capacitada y con todos esos atributos que se le suponen a un líder con posibilidades?, o por el contrario ¿es imprescindible que la marca del Partido por el que se presenta tenga una consideración solida entre el electorado?

Existen multitud de análisis realizados por distintos expertos, medios de comunicación, los propios Partidos, donde suele hablar de la fortaleza de la marca y por supuesto de los índices de popularidad del candidato. Así a unos datos de importante fortaleza de la marca partidaria conviviendo con bajos índices de popularidad del candidato se le suelen otorgar buenos pronósticos electorales, cuestión esta que parece no está tan clara cuando aún teniendo índices de popularidad interesantes en los candidatos la marca del Partido de referencia están en niveles bajos. De hecho podemos comprobar en cada proceso electoral en las que en función de unos datos sobre la marca que no eran positivos, se ha optado por obviar la marca para no perjudicar o contaminar la popularidad del candidato y al contrario cuando la popularidad no está fuerte en la persona en cuestión, se le tapa para que a su vez no contamine un buen dato de la marca.

Esto lo estamos viendo en cada campaña electoral. Por tanto, y en mi opinión es importante que el trabajo de la marca se consolide y se intente identificar al candidato con la marca y en el caso que la marca no este "sobrada" intentar crear la identidad sobre las características del candidato.

Estas cuestiones se ven de manera multiplicada y en casi todas sus posibilidades en unas elecciones de carácter local donde el tamaño del Municipio, la situación precedente (la gestión...), las características de los propios candidatos. Todo eso y evidentemente otras muchas cuestiones que están en el sustrato de la elección y que pertenecen no solo al mundo de lo que científicamente estudia la demoscopia.

1 comentario:

Miguel Ángel dijo...

Muy bien, pero como diría el otro: sí, pero no. Sin ser asambleario, pero sí colegiado, pienso que lo importante siempre ha de ser la marca porque en esto de la política sabes que la fuerza radica en el grupo sea este en asamblea o, y sería lo peor, dirigido por uno solo.
Será pues necesario trabajar sobre la salud de la marca siempre, cueste lo que cueste, por lo que el candidato con altas dosis de liderazgo será el idóneo si no lo es para fagocitar o repeler la marca.